Cómo actuar ante una intoxicación por la bacteria de la salmonela
Existen más de 2.000 variedades de la bacteria de la salmonela, un patógeno que causa síntomas similares en los seres humanos que tienen la mala suerte de toparse con cualquiera de sus variantes.
La salmonela suele vivir en los estómagos de varios animales salvajes y domésticos, como pueden ser el ganado, gallinas, cerdos, erizos o incluso lagartos. Además, la bacteria también puede estar presente en frutas y verduras, si han estado en contacto previamente con estos animales infectados. No están exentos de riesgo las aguas contaminadas, el medioambiente e, incluso, otras personas que desarrollen la infección. Es conveniente tener cuidado con el contacto con los animales domésticos, en estado de semi libertad -en un zoo o safari, por ejemplo- y con los salvajes.
La bacteria salmonela puede provocar una intoxicación alimentaria grave cuando la persona entra en contacto con ella, generalmente cuando el paciente ingiere alimentos en los que está presente el patógeno. En casos extremos, se han visto infecciones en el torrente sanguíneo y en algunos órganos. Los niños pequeños y los ancianos -con un jugo gástrico menos ácido- o cualquier persona con un sistema inmunitario debilitado tienen más probabilidades de desarrollar la intoxicación alimentaria que produce la salmonela.
Los síntomas, similares a una gastroenteritis, aparecen 24 o 48 horas después de la ingesta del alimento contaminado. No es una enfermedad grave, pero debe tratarse adecuadamente. Es importante observar ciertas medidas de prevención a la hora de cocinar y manipular los alimentos.
Cómo evitar una intoxicación de la bacteria salmonela
Prevenir es curar. Las primera regla es mantener una correcta higiene de:
- manos
- utensilios de cocina
- los propios alimentos que vamos a ingerir mediante su correcto lavado
Esto debe hacerse tanto antes de manipular los alimentos como después. Por ejemplo, no debe utilizarse un cuchillo que ha estado en contacto con carne -contaminada o no- para cortar verduras u otros alimentos. Lo mismo con las tablas de cortar: deben limpiarse con cada manipulación culinaria. Hay que tener un cuidado particular con la carne: debe conservarse lejos de otros alimentos cuando está cruda y evitar su consumo si no está perfectamente cocinada.
La bacteria salmonela tiene la capacidad de reproducirse con mayor rapidez a temperatura ambiente. Por ello, es conveniente conservar los alimentos en la nevera siempre que sea posible. El resumen: limpiar, cocinar, separar y refrigerar.
Cómo tratar una infección de la salmonela
Los síntomas son generalmente incómodos pero leves y desaparecen en una semana, como mucho. La fiebre que provoca la infección desaparece generalmente a los tres días, a lo que sigue la curación de la diarrea. Durante el tiempo que dure la enfermedad, es imprescindible hidratarse lo máximo posible, ya que se pierden muchos líquidos durante la incubación. Deben tratarse los síntomas de la fiebre durante las primeras 72 horas y, posteriormente, hacer una dieta equilibrada para asentar el estómago.
En caso de infección grave o en pacientes con diarrea crónica por salmonela, está indicado el tratamiento con antibiótico. Utilizarlo si los síntomas son leves solamente puede agravar los efectos de la enfermedad. Siempre debería consultarse a un especialista médico antes de tomarlo.
Recuerda que:
- Prevenir la infección por salmonela requiere algunas acciones a la hora de manipular los alimentos: limpiar, cocinar, refrigerar y separar.
- Los niños y los ancianos tienen más riesgo de contraer una intoxicación por salmonela.
- En caso de contagio, la infección dura alrededor de una semana en la que hay que hidratarse lo máximo posible.