¿Qué es la dishidrosis y cómo tratarla?

La dishidrosis o eccema dishidrótico es un tipo de inflamación de la piel que aparece en manos y/o pies y que presenta pequeñas vesículas llenas de líquido que producen un picor intenso.

¿Qué es la dishidrosis?

La dishidrosis es una enfermedad crónica, no contagiosa, más frecuente en pacientes con piel atópica y en aquellos que se lavan de forma excesiva. La forma inicial de presentación es el lateral de los dedos pudiendo extenderse a toda la superficie palmar o plantar.

Los signos para identificar esta afección es la aparición de pequeñas vesículas, que en ocasiones pueden llegar a ser ampollas que causan mucho picor y, a veces, dolor. En algunas personas, la dishidrosis se puede complicar con la infección de dichas lesiones

Esta afección de la piel tiene un carácter estacional, de forma que vuelve a aparecer periódicamente, especialmente en las temporadas de primavera y verano.

 

Causas y tratamiento

Aunque se desconoce la causa exacta de la dishidrosis, hay ciertos factores de riesgo que favorecen su aparición, como el estrés, los cambios de temperatura, antecedentes de otras enfermedades de la piel o de alergias (dermatitis, asma…), la presencia de alguna infección o la exposición a determinadas sustancias.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que, actualmente, no existe un tratamiento curativo definitivo para esta enfermedad.

Sin embargo, existen muchas herramientas médicas para control de los brotes y para mantener la salud de la piel durante el mayor tiempo posible.

• El tratamiento más extendido es la aplicación tópica de corticoides de mediana-alta potencia en la zona afectada. Si la intensidad y la fase en la que se encuentre es grave o intensa, se puede necesitar emplear corticoides orales.
• Uso de antibióticos cuando hay sobreinfección añadida.
• Para aliviar la sensación de picor, se pueden emplear antihistamínicos orales.
• En algunos casos, se emplean tratamientos más específicos como la fototerapia (PUVA y UVB) o tratamientos inmunosupresores.

En el caso de dishidrosis, es importante acudir a un especialista que indique qué tratamiento es el más adecuado en cada caso.

Aun así, adicionalmente, se puede prevenir su aparición adoptando algunas medidas, como:

• Reducir el nivel de estrés.
• Usar agua tibia y jabones suaves al lavar manos y pies, y secar siempre bien la piel.
• Mantener las manos y los pies hidratados.
• Evitar rascarse para prevenir el desarrollo de una infección bacteriana.
• Emplear guantes y evitar el contacto con sustancias irritantes o metales como níquel, cobalto o cromo, debido a la sensibilidad que padecen las personas con esta patología a estos componentes.

 

Recuerda:

• La dishidrosis es una enfermedad crónica, no contagiosa.
• Se observa inicialmente como pequeñas vesículas en la zona lateral de los dedos, las palmas y las plantas.
• Actualmente no existe una cura específica ni definitiva pero sí diversos tratamientos que ayudan a controlar los síntomas de los brotes.
• Existen medidas de prevención que ayudan a reducir la aparición de dishidrosis.