El uso de las tecnologías por los más jóvenes, a debate

En la actualidad, el 98% de los jóvenes de entre 10 y 15 años que viven en países occidentales utilizan tecnologías de la información y comunicación (TIC) de manera habitual. Esta práctica se ha incrementado desde 2016, cuando la cifra no llegaba al 93%. Durante el período de pandemia, entre 2020 y 2021, este dato aumentó hasta tres puntos porcentuales debido a la necesidad de acelerar la digitalización en los hogares.

Esta realidad plantea cuestiones sobre su uso adecuado entre los expertos. Por ejemplo, el Observatorio de la Infancia advierte de que hasta un 43,5% de los adolescentes presenta una conducta problemática en el uso de WhatsApp, lo que puede derivar en casos de acoso, bullying, dependencia online y fomento de trastornos como la anorexia, entre otros.

Si bien el acceso a las TIC ofrece numerosas oportunidades, también presenta desafíos que pueden afectar la salud y el bienestar de los niños y adolescentes. Es fundamental comprender estos problemas para abordarlos correctamente y promover un uso responsable de la tecnología.

Problemas derivados del uso excesivo de tecnologías por parte de jóvenes

A continuación, se presentan algunos de los principales retos a abordar en este ámbito:

  • Adicción digital: El uso excesivo de dispositivos electrónicos puede afectar a la salud mental y emocional de los jóvenes, aunque también a la del resto de segmentos de población. Dedicar un tiempo excesivo a videojuegos, redes sociales u otras actividades online puede interferir en actividades diarias como el estudio o las relaciones sociales.
  • Aislamiento social: Aunque la tecnología permite la interconexión virtual, también puede contribuir al aislamiento social de los adolescentes. Descuidar las interacciones sociales interpersonales impide desarrollar habilidades de comunicación y mecanismos emocionales como la empatía. Las autoridades japonesas llevan monitorizando esta situación desde los años 90, e incluso han exportado un término para definir esta problemática social. Son los hikikomori, adultos jóvenes y adolescentes que no abandonan su habitación y viven permanentemente online. En los casos más graves, los hikikomori dejan de comer y dormir adecuadamente.
  • Ciberacoso: La conexión permanente permite que conductas dañinas como el bullying grupal continúe tras las horas de clase. Numerosos educadores y familias han denunciado que el hogar deja de ser un lugar seguro para las nuevas generaciones si no se ataja a tiempo este problema.
  • Impacto en la salud física: La exposición excesiva a pantallas puede causar fatiga visual, problemas posturales, trastornos del sueño y sedentarismo, lo que a su vez aumenta el riesgo de obesidad y enfermedades derivadas.
  • Impacto en la salud mental: De no usarse adecuadamente, el uso de redes sociales puede afectar a la autoestima de los jóvenes. También pueden fomentar conductas lesivas como trastornos alimentarios.

Es fundamental que los padres, educadores y profesionales de la salud estén alerta y tomen medidas para abordar estos problemas. La educación sobre un uso responsable de la tecnología resulta clave para proteger a los niños y adolescentes de los riesgos asociados con el mal uso de las TIC.

Recuerda:

  • El uso excesivo de las nuevas tecnologías puede llevar a la adicción digital y afectar la salud mental y emocional de los jóvenes.
  • Es importante equilibrar el tiempo en línea con las interacciones sociales en persona para evitar el aislamiento social.
  • Los riesgos de seguridad en línea son preocupaciones importantes que deben abordarse con medidas educativas a edades tempranas.
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