¿Cuáles son las enfermedades autoinmunes más frecuentes en la piel?
La principal función del sistema inmunitario es proteger al organismo de agentes externos. Sin embargo, en ocasiones, y por causas que aún se desconocen, este puede atacar a tejidos sanos del propio organismo. Cuando esto se produce, se habla de enfermedades autoinmunes. Algunas enfermedades autoinmunes que afectan a la piel, como la psoriasis o la esclerodermia, son bastante habituales.
¿Qué son y cómo afectan las enfermedades autoinmunes a la piel?
Las enfermedades autoinmunes son aquellas ocasionadas por el propio sistema inmunitario. En estos casos, el sistema confunde los tejidos, órganos o células sanas con agentes externos. Al considerarlos ajenos al propio organismo, el sistema inmunitario actúa igual que lo hace con una bacteria o virus y los ataca. Se produce, por tanto, una respuesta exagerada del sistema inmunitario que implica un cambio en su función, en lugar de proteger al organismo, se convierte en agresor. Las enfermedades autoinmunes pueden ser sistémicas, como es el caso del lupus, o afectar a un órgano en concreto como, por ejemplo, la psoriasis, una de las más habituales de la piel.
Las enfermedades autoinmunes cutáneas suelen manifestarse a través de síntomas como alteración en la pigmentación de la piel (manchas rojizas o blancas), aparición de ampollas o descamación (desprendimiento de la piel). En cuanto al tratamiento, este varía según el tipo de enfermedad. Por lo general, la principal línea de abordaje consiste en el uso de inmunodepresores que permiten reducir la respuesta del sistema inmunitario.
Psoriasis y otras enfermedades autoinmunes comunes de la piel
En cuanto a prevalencia, las enfermedades autoinmunes de la piel más comunes son:
- La psoriasis es una de las enfermedades autoinmunes más prevalentes. Es una enfermedad crónica y existen ciertos desencadenantes que pueden propiciar la aparición de brotes, como las condiciones climatológicas, el estrés o el efecto adverso de ciertos fármacos. El principal síntoma de la psoriasis es la aparición en la piel de lesiones de color rojo y con escamas, aunque tambien puede afectar a las uñas y articulaciones.
- Esclerodermia o esclerosis sistémica es uno de los grupos de enfermedades autoinmunes más habituales y que también afectan a la piel, aunque puede ser sistémica. El principal síntoma es que la piel se vuelve más dura y rígida, en especial los dedos de la mano.
- La dermatomiositis es una enfermedad inflamatoria que afecta a la piel y los músculos. En el caso de la piel, esta enfermedad autoinmune se caracteriza por la presencia de erupción cutánea de tonalidad violeta y acompañada de picor.
- Dermatitis herpetiforme es un tipo de enfermedad autoinmune que aparece en personas celíacas. Su síntoma más habitual es la aparición de ampollas rojas acompañadas de picor en zonas como los codos, las rodillas o la espalda.
- El vitíligo consiste en la aparición de manchas blancas en la piel por ausencia de melanina. Puede aparecer en cualquier parte de la piel y suele tener un alto impacto emocional en las personas.
- La epidermólisis ampollosa o bullosa, al igual que la psoriasis, tiene una clara implicación En el caso de esta enfermedad autoinmune, el síntoma más común es la aparición de ampollas acompañado de fragilidad en la piel con mala cicatrizacion.
- Por su parte, el penfigoide bulloso o ampolloso tiene como síntoma más habitual la aparición de ampollas de gran tamaño y llenas de líquido.
- El lupus eritematoso es una de las enfermedades autoinmunes más habituales y que también puede afectar a la piel. A nivel cutáneo, el síntoma más común es la aparición de un sarpullido rojo en la zona de las mejillas y la nariz que se agrava con la exposición al sol.
Recuerda que:
- Las enfermedades autoinmunes son aquellas que se producen como consecuencia de una respuesta exagerada del sistema inmunitario.
- Las enfermedades autoinmunes más frecuentes que pueden afectar a la piel son la psoriasis, la esclerodermia o la dermatomiositis
- El tratamiento varía según el tipo de enfermedad. En general, consiste en minimizar la respuesta del sistema inmune.
