¿Cuáles son los principales tratamientos para las dolencias graves de espalda?

Las dolencias de espalda pueden ser extremadamente debilitantes y afectar a la calidad de vida de quienes las padecen. Dependiendo del tipo de patología, existen diferentes tratamientos que buscan aliviar el dolor, mejorar la funcionalidad y restaurar la salud de la columna vertebral.

Los tratamientos quirúrgicos podrían ser eficaces en el manejo de las dolencias graves de espalda, si otros tratamientos no han resultado eficaces y el dolor es incapacitante. Sin embargo, es fundamental sopesar los beneficios y riesgos de los siguientes procedimientos y buscar el asesoramiento de profesionales médicos especializados antes de tomar una decisión.

Principales tratamientos quirúrgicos

• Cirugía de descompresión: Este procedimiento busca aliviar la presión en los nervios de la columna vertebral mediante la eliminación de tejido óseo o hernias de disco que compriman las estructuras nerviosas.
• Fusión espinal: Una operación en la que dos o más vértebras se unen para formar una sola estructura sólida. Esto se realiza generalmente con el uso de injertos óseos o dispositivos de fijación. La fusión espinal es útil para estabilizar la columna vertebral y aliviar el dolor causado por movimientos anormales o la inestabilidad vertebral.
• Cirugía de reemplazo discal: Esta técnica consiste en la extracción del disco dañado y la colocación de un implante artificial que restaura la altura y la función del disco.
• Cirugía endoscópica de columna: La endoscopia implica utilizar los avances tecnológicos en cirugía de columna para reducir el dolor del paciente. A través de una incisión de tan sólo 8 milímetros se introduce una cámara de alta resolución en el interior de la columna y unos instrumentos específicos que permiten tratar la patología.
• Cirugía navegada de columna:  mediante un  sistema de navegación Kick 3D y un escáner complementario, como el recién incorporados en el Hospital HLA El Ángel,  se llevan a cabo intervenciones en la columna vertebral con mayor seguridad y mejor garantía que con la metodología convencional percutánea, acortando la recuperación y mejorando los resultados.
• Intervención neurorreflejoterápica: Se trata de una de las pocas tecnologías sanitarias que la comunidad científica recomienda específicamente para los pacientes crónicos con dolencias del cuello y la espalda. Esta tecnología consiste en implantar un pequeño material quirúrgico sobre terminaciones nerviosas de la piel, sin necesidad de anestesia ni ingreso hospitalario.

Principales tratamientos no quirúrgicos

• Terapia física y rehabilitación: Los fisioterapeutas diseñan programas de ejercicio para fortalecer los músculos de la espalda, mejorar la flexibilidad, corregir la postura y reducir el dolor. También existen técnicas de terapia física como la tracción espinal o la estimulación eléctrica. En cualquier caso, los profesionales asesorarán a los pacientes sobre hábitos posturales saludables y técnicas de prevención de lesiones.
• Infiltraciones epidurales: Consisten en la inyección de medicamentos antiinflamatorios o anestésicos alrededor de los nervios espinales, reduciendo la inflamación y el dolor en las áreas afectadas de la columna.
• Tratamientos de medicina regenerativa: Entre ellos se encuentra la terapia con células madre, que consiste en la utilización de éstas para promover la reparación de los tejidos dañados en la columna vertebral. Este tipo de tratamientos puede ayudar en casos seleccionados.

En cualquier caso, es importante recordar que es imprescindible seguir las recomendaciones posteriores a las intervenciones o tratamientos para obtener resultados óptimos.

Recuerda:

• Los tratamientos quirúrgicos pueden ser eficaces en el manejo de las dolencias graves de espalda. Sin embargo, es fundamental sopesar los beneficios y riesgos de cada procedimiento antes de tomar una decisión.
• Los tratamientos no quirúrgicos también pueden ser opciones efectivas para aliviar el dolor y mejorar la función de la columna vertebral.
• Resulta imprescindible consultar a un especialista antes de tomar ninguna decisión con respecto al cuidado de la espalda.