Desmitificamos la consulta de Sexología

Desmitificando la consulta de Sexología

La Sexología es una disciplina científica relativamente joven a la que en muchos casos rodea de un halo de pudor. En este post, tratamos de abordar problemas relacionados desmitificando la consulta de Sexología

Problemas a lo largo de la vida sexual

Las expectativas con las que se acude a una consulta de Sexología cambian en la mayoría de casos tras la consulta, pues los planteamientos iniciales suelen ser la punta de un gran iceberg.

En este sentido, hay problemas típicos de mayor o menor resolución, que las parejas no alcanzan a comprender hasta que lo confirma un profesional en consulta:

  • Falta de comunicación con la pareja.
  • Problemas médicos.
  • Problemas personales.
  • Confusión con la orientación sexual.
  • Inercias de relaciones anteriores.
  • Resistencias al gestionar las dificultades de una relación.
  • Dificultades para aceptar los cambios naturales en la vida sexual fruto del ciclo vital.
  • Engaños en las relaciones.

Todas ellas son circunstancias que pueden desembocar en una disfunción de la respuesta sexual en sus distintas formas:

  • Orgasmo retardado o anorgasmia
  • Disfunción eréctil o dificultad para mantener la erección
  • Eyaculación precoz
  • Falta de deseo
  • Dispareunia

 

Qué se puede esperar de la consulta de Sexología

La sexualidad es una faceta más de la conducta humana. El sexólogo o la sexóloga la tratarán como tal, con toda naturalidad.

Hay que tener en cuenta que no sólo se abordan los problemas puramente sexuales. Se abordan aspectos relacionados, dado que el problema sexual suele ser un síntoma de otro subyacente.

  • En la primera consulta se suele romper el hielo con una pequeña presentación.
  • Tras un primer contacto, le sigue la exposición del motivo de consulta.
  • A continuación, se hace un recorrido a lo largo de la historia psicosexual del paciente, así como los antecedentes médicos.
  • La Sexología requiere de un trabajo multidisciplinar para descartar una patología orgánica de base.
  • El sexólogo o sexóloga se apoya en otras especialidades para las exploraciones urológicas o ginecológicas.
  • Una vez detectado el origen del problema recomienda una serie de ejercicios y pautas para la intimidad individual o de la pareja.
  • Por lo general, estos ejercicios se basan en conductas de reaprendizaje, reordenación de la atención o focalización sobre aspectos claves que la rutina y el estilo de vida hacen que tiendan a olvidarse, entre muchos otros.
  • En las sucesivas consultas se realiza un seguimiento y reajuste de la pauta.

La motivación para acudir a consulta preferiblemente ha de ser intrínseca, aunque muchas parejas en principio reticentes rápidamente encuentran los beneficios de acudir.

Es fundamental tener presente que la sexualidad en una pareja siempre es cosa de dos, y la implicación del no portador del síntoma puede ser determinante en un sentido o en otro.

Si bien los problemas sexuales usualmente se suelen trabajar en pareja, no es necesario estar en pareja para comunicar una inquietud sexual, y anticiparse a futuras relaciones.

 

Inquietudes que surgen ante la visita

Como ocurre en la consulta de cualquier otra especialidad, la información que compartimos con el sexólogo o la sexóloga es totalmente confidencial.

En un primer momento puede que sintamos algo de vergüenza al exponer nuestro caso, pero la mayoría de los que pasan por esta experiencia se sueltan en los primeros minutos de consulta.

Es bueno recordar que el sexólogo está acostumbrado a escuchar todo tipo de situaciones y comportamientos.

Otra duda frecuente es el vocabulario al referirnos al funcionamiento sexual. Al igual que ocurre con la vergüenza inicial, pronto se resuelve esta incomodidad y se encuentra la vía para expresarse.

El especialista es consciente de esto y acogerá sin juzgar cualquiera que sean los términos que se usen.

Sobre la idoneidad de acudir con la pareja a la consulta, no es estrictamente necesario, pero las garantías de éxito son mayores.

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