¿Qué es la espirometría y para qué se utiliza?
La espirometría es una prueba utilizada para diagnosticar y monitorizar determinadas afecciones pulmonares. Se utiliza para medir la cantidad de aire que una persona puede exhalar en una respiración forzada, así como de la velocidad con la que se desplazan esos volúmenes de aire. Estos últimos son conocidos como flujos pulmonares. La prueba se lleva a cabo mediante un dispositivo llamado espirómetro.
La espirometría se puede realizar en una consulta de Neumología. ¿Cuáles son los motivos de prescripción?
Un neumólogo puede decidir utilizar esta técnica para diagnosticar una enfermedad pulmonar si existen riesgos o síntomas relacionados con estas como tos persistente o dificultades para respirar.
Las condiciones que se pueden detectar y controlar mediante la espirometría incluyen:
- Secuelas o trastornos respiratorios tras afectación por COVID-19.
- Asma: una afección crónica en la que las vías respiratorias se inflaman y estrechan periódicamente.
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): un grupo de afecciones pulmonares en las que las vías respiratorias se ven afectadas por diversas causas.
- Fibrosis quística: un trastorno genético en el que los pulmones y el sistema digestivo se obstruyen.
- Fibrosis pulmonar: en esta enfermedad del aparato respiratorio se ven afectados los tejidos de los pulmones.
En qué consiste la prueba de espirometría
Los especialistas médicos suelen recomendar evitar el uso de tabaco, el consumo de alcohol, hacer ejercicio en exceso o comer demasiado antes de la misma.
Durante la espirometría se le pedirá al paciente que inhale profundamente y exhale a través del espirómetro.
Este procedimiento deberá repetirse unas tres veces para garantizar la fiabilidad del resultado. Los resultados no son inmediatos y el neumólogo los interpretará el día de la consulta. Asimismo, dependerán de la edad, sexo, peso y altura del paciente, lo que ayudará a determinar si sus pulmones funcionan correctamente.
Posibles diagnósticos tras la espirometría
El uso de este aparato es fundamental para detectar posibles complicaciones pulmonares, así como para determinar las necesidades quirúrgicas o complicaciones que puedan surgir tras la realización de las mismas.
Es importante realizar una espirometría en aquellas personas que presenten: tos persistente, antecedentes médicos respiratorios o consumo de tabaco.
La espirometría es una prueba muy simple pero que aporta una información muy valiosa a médicos y a pacientes. Es sencilla y rápida de realizar, fácil de interpretar, que no resulta invasiva o dolorosa y proporciona información relevante sobre el estado funcional del aparato respiratorio.
Recuerda:
- La espirometría es una prueba utilizada para diagnosticar y monitorizar determinadas afecciones pulmonares.
- El espirómetro medirá la cantidad de aire que el paciente puede exhalar en un segundo y el volumen total de aire que puede expulsar.
- Es una prueba sencilla que aporta una gran cantidad de información sobre el estado de salud del sistema respiratorio.