¿En qué beneficia a la sociedad la eliminación de los plásticos de un solo uso?

En 2018, se produjeron 359 millones de toneladas de plástico en el mundo. Según Forética, organización referente en sostenibilidad y responsabilidad social empresarial en España, esta cifra se multiplicará por dos si no se adoptan medidas al respecto. Solo entre el 14 y el 18% de la producción de plástico se recicla y el 60% acaba en vertederos, basureros o en el medio ambiente. Una de las razones es que gran parte de los plásticos que utilizamos están pensados para un solo uso.

Algunos países han empezado a adoptar medidas legislativas más restrictivas con los plásticos desechables. En el conteniente africano, por ejemplo, ya son 25 los países que han prohibido el uso de las bolsas de plástico. Por su parte, la Unión Europea ha iniciado nuevas políticas menos permisivas con el uso de estos materiales, llegando, en algunos casos, a prohibir su comercialización.

 

Impacto ambiental de los plásticos de un solo uso

Cuando hablamos de plásticos de un solo uso nos referimos a aquellos de uso limitado y que no se pueden reciclar. Las pajitas, el film plástico o algunas bolsas de la compra son algunos ejemplos de plástico de un solo uso. El éxito entre la población de este tipo de plásticos se debe a factores tales como su bajo precio, su durabilidad, resistencia y ligereza.

Sin embargo, su uso sin control entraña un peligro ambiental, económico y para las personas. Los plásticos impactan negativamente en el suelo y el agua. Su uso está relacionado, por ejemplo, con un mayor riesgo de desastres naturales. Algunos estudios estiman que en 2050, un 99% de las aves marinas habrán ingerido en algún momento plásticos de forma accidental. En este sentido, el 76% de los residuos en las playas son trozos de plástico, objetos desechables como bastoncillos, pajitas, cubertería o botellas.

A nivel económico, un uso excesivo de plásticos de un solo uso deterioran la calidad del turismo, la pesca y el transporte por mar. Todos esos objetos acaban, en el mejor de los casos, en vertederos municipales. En el peor de los casos, acaban directamente en el medio natural como el mar. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ha calculado que, en España se tiran más de 126 toneladas diarias de plásticos al mar. Casi 46.000 toneladas al año.

Es cierto que la producción de los plásticos desechables es más económica en comparación con otros materiales. Sin embargo, al precio de su fabricación habría que añadir los costes asociados de los plásticos de un solo uso. Su rentabilidad ya no es tal si tenemos en cuenta los gastos derivados, por ejemplo, de la necesidad de transportar estos plásticos a plantas especializadas, por lo general situadas fuera de los núcleos urbanos. Inclusive también habría que sumar el coste derivado de su limpieza.

Este tipo de plásticos tampoco es saludable para el ser humano. Diferentes estudios han asociado los plásticos de un solo uso a una mayor incidencia de enfermedades trasmitidas por los mosquitos como es el caso de la malaria. Los plásticos que se vierten al alcantarillado pueden impedir y obstruir el paso del agua, lo que los convierte en lugares propicios para los mosquitos, cuyas picaduras pueden trasmitir enfermedades a los humanos. Además, la quema de los plásticos desechables o su acumulación también están asociados a la contaminación atmosférica y visual respectivamente.

 

La Unión Europea en contra de los plásticos desechables

Desde hace un tiempo, los diferentes organismos empiezan a elaborar un marco de actuación común para minimizar el uso de plásticos de un solo uso. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente establece 5 pilares que fundamentan la actuación en relación a los plásticos de un solo uso.

  • Facilitar la gestión de plásticos de un solo uso.
  • Fomentar y priorizar alternativas en su uso.
  • Concienciar a la sociedad sobre la importancia de evitar el consumo de este tipo de productos.
  • Fomentar medidas que permitan reducir el consumo masivo de plásticos de un solo uso.
  • Medidas regulatorias que limiten o prohíban su uso.

En este sentido la Unión Europea ha decidido ponerse manos a la obra. A partir del 2021, los estados miembros tendrán que ajustarse a un uso limitado de los plásticos de un solo uso. Su objetivo es reducir el consumo de plásticos desechables de un 40% actual a un 6%.

Esta nueva normativa contempla:

  • Prohibición de aquellos plásticos de un solo uso que ya cuenten con alternativas. Los plásticos afectados son:
    • Pajitas
    • Cubertería y menaje de plástico de un solo uso
    • Las varillas utilizadas para sujetar los globos
    • Bastoncillos
    • Vasos de plástico
  • Aquellos productos que no tengan tantas alternativas de uso deberían evitarse en la medida de lo posible.
  • Mayor responsabilidad para los productores de plásticos desechables que deberán acogerse a medidas de gestión y limpieza aún más estrictas. Además de favorecer la difusión de mensajes que informen sobre el impacto que sus productos tienen en el medio ambiente.
  • En 2029, los países de la UE deberán procesar el 90% de las botellas de plástico. Mientras que, en 2030, al menos el 30% de las botellas deberán ser elaboradas con materiales reciclados.

España en contra de los plásticos de un solo uso

La futura ley de residuos pretende recortar los utensilios de un solo uso prohibiendo algunos y poniendo una tasa a otros.

Según la estadística del Ministerio de Transición Ecológica, de los 1,6 millones de toneladas de residuos a base de envases de plásticos que genera España cada año, se recicla algo menos de la mitad. Además, dentro de los 17 millones de toneladas de desechos municipales mezclados pueden caer todo tipo de objetos plásticos: juguetes, cubiertos, platos, envoltorios, cubos, biberones.… Y dos terceras partes de lo que va a residuos generales sin separar no se reciclan.

 

Recuerda:

  • Los plásticos de un uso son aquellos cuyo uso es limitado y que, al desecharlos, no se pueden reciclar.
  • Los plásticos desechables son tan habituales debido al coste de su fabricación, durabilidad, resistencia y ligereza.
  • La Unión Europea ha prohibido la utilización de los plásticos de un solo uso en la fabricación de ciertos productos. Paralelamente, ha puesto en marcha leyes más restrictivas en cuanto a su producción.
  • España tiene un anteproyecto de Ley de Residuos pendiente de aprobación para este año 2021 y que recoge todos los requisitos marcados por la Unión Europea.
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