Reflujo gastroesofágico: alimentos para reducirlo

El reflujo gastroesofágico (RGE) es una dolencia relativamente común que se presenta cuando el contenido del estómago asciende por el esófago en lugar de descender hacia el estómago. Hay muchas personas que sufren RGE pero, en general, no presentan graves complicaciones. Sin embargo, cuando el reflujo ocurre con mayor frecuencia (dos o más episodios por semana) estamos ante la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), una afección de mayor gravedad y más duradera.

Generalmente el RGE sucede cuando la parte inferior del esófago se debilita por diversas causas. Los alimentos que ingerimos guardan una estrecha relación con la aparición del reflujo gastroesofágico.

El RGE puede tratarse mediante cambios en el estilo de vida. Mantener un peso adecuado, limitar la ingesta de determinados alimentos como grasas, chocolate, café, alcohol y bebidas gaseosas, elevar el cabecero de la cama o evitar la ropa apretada pueden aliviar los síntomas.

El tratamiento farmacológico habitual se basa en el tratamiento de los síntomas.  Los medicamentos pautados son, normalmente, antiácidos, antagonistas de H2 e inhibidores de la bomba de protones. Aunque son fármacos muy seguros, su uso durante años de forma continuada no está exento de ciertos riesgos.  En algunos casos, cuando el tratamiento con fármacos no es suficiente para paliar los síntomas, es necesario recurrir a la cirugía.

 

Síntomas del reflujo gastroesofágico

Los síntomas del RGE varían entre pacientes y pueden manifestarse de las siguientes formas:

  • Acidez estomacal: una sensación de ardor incómoda en el pecho que aparece generalmente después de las comidas.
  • Reflujo ácido: un sabor agrio y desagradable provocado por la ascensión de los jugos gástricos hasta la boca.
  • Esofagitis: dolor provocado por la inflamación del esófago.
  • Mal aliento.
  • Hinchazón y eructos.
  • Malestar general.
  • Dolor al tragar y/o dificultad para hacerlo.

 

Alimentos recomendables y evitables con reflujo gastroesofágico

En general, se puede consumir una gran variedad de alimentos, procurando evitar las grasas, los cítricos y las comidas con muchas especias.

Algunos estudios señalan que la fibra puede ayudar a reducir los síntomas descritos anteriormente. Otras recomendaciones dietéticas dirigidas a mejorar la sintomatología son:

  • Elegir alimentos proteicos con niveles bajos de colesterol y ricos en colesterol HDL. En esta categoría se incluyen pescados como el salmón, trucha o frutos secos, como las almendras.
  • Legumbres bien cocinadas, en purés y tamizadas.
  • Fruta con alto contenido de fibra, magnesio y potasio: frutos rojos, manzana, pera, aguacate, melón, melocotón o plátano.
  • Huevos.
  • Vegetales como el brócoli, espinacas, col, espárragos y coles de Bruselas.

También es importante mantener un horario regular de comidas, comer despacio, en cantidades moderadas y no acostarse inmediatamente después de comer. También se recomienda evitar situaciones de estrés que puedan alterar la digestión.

Para un correcto diagnóstico es preciso consultar al médico de cabecera o especialista. Ellos son los profesionales que pueden pautar tratamiento farmacológico específico. Es importante recordar que el esófago tarda en recuperarse entre cuatro y seis semanas tras el comienzo de los síntomas. En casos extremos, el médico debe valorar si es necesario optar por la cirugía para eliminar completamente las molestias que ocasiona el reflujo gastroesofágico.

 

Recuerda:

  • El reflujo gastroesofágico ocurre cuando la parte inferior del esófago se debilita por diversas causas.
  • Sus síntomas incluyen la acidez estomacal, el reflujo ácido, la esofagitis, el mal aliento, hinchazón y eructos, malestar general y dolor al tragar y/o dificultad para hacerlo.
  • Es importante mantener horarios de comida regulares, comer de forma moderada y despacio  y evitar situaciones cotidianas que puedan generar estrés.
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