Diabetes y deporte

La diabetes no está reñida con el deporte

La diabetes no está reñida con el deporte. Según el estudio Di@bet.es, presentado en el Congreso Nacional de la SED, más de 386.000 personas desarrollan diabetes mellitus tipo 2 al año en España.

Además, un importante número de personas no diagnosticadas padece la enfermedad sin saberlo.

 

¿Qué es exactamente la diabetes?

 

Es es una enfermedad metabólica que se manifiesta con un nivel de azúcar en sangre muy elevado por la disminución de la secreción de la hormona insulina.

El tipo más frecuente es la denominada diabetes tipo I, la cual está ocasionada por un defecto de producción de la insulina y es más frecuente en jóvenes.

La diabetes tipo II es la consecuencia de un defecto progresivo de la secreción de la insulina o a una resistencia a la acción la misma.

También puede deberse a un aumento de la producción de la glucosa, o ser una combinación de ambos factores.

Este tipo es más común en personas de más de 40 años con obesidad abdominal.

Por último, existe un tipo de diabetes gestacional, que ocurre durante el embarazo y es transitoria en la mayoría de los casos.

Hay factores que aumentan la posibilidad de padecer la enfermedad, siendo los más importantes la edad, el sexo o la obesidad central.

Se ha demostrado que una buena alimentación y el fomento de la actividad física, pueden ser muy útiles para prevenir o conseguir un buen control de la diabetes.

 

¿Por qué el deporte es tan importante en la diabetes?

 

La actividad física puede ser un gran aliado en el control de la diabetes.

El ejercicio físico incide en los niveles de insulina del organismo y disminuye el nivel de azúcar en las células.

Además, practicar deporte ayuda a controlar el peso y mantener la tensión arterial y disminuye los niveles de colesterol.

Por este motivo se recomienda mantener una actividad física diaria, pero han de tenerse en cuenta factores como la duración, la intensidad y el tipo de insulina utilizada, así como realizar un control de glucemia antes de realizar el ejercicio.

El paciente diabético ha de procurar practicar deporte por la mañana y consumir una cantidad extra de carbohidratos antes de iniciar el ejercicio.

Se aconseja colocar la insulina en los músculos que no se movilicen durante la actividad física.

También evitar el deporte en condiciones de calor o frío extremos y durante episodios de descontrol metabólico.

Por último, es importante consumir líquidos un par de horas antes de empezar la actividad e hidratarse durante el ejercicio.

Es recomendable practicar cada día al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico (caminar, correr, bicicleta…)

La intensidad ha de ser progresiva, sobre todo si no se está habituado a practicar deporte.

Ya que las complicaciones crónicas que se derivadas de un control inadecuado pueden ocasionar daño cerebral, daño renal o complicaciones de los nervios periféricos.

Un mal control glucémico puede también afectar a la retina, causar hipertensión arterial, cardiopatías o hígado graso.

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